Añoranza

Añoranza, ahora mismo la palabra perfecta. Pensando en cosas bonitas antes de irme a dormir, me encuentro melancólica, entristecida, nostálgica.
Recuerdo el primer beso en un callejón deslucido, me da la risa, pocas veces he estado tan nerviosa. La primera copa compartida entre varias amigas, nos creíamos mayores. La primera clase de física y química, juré que no volvería a elegir esa asignatura. El primer abrazo de despedida, las despedidas siempre son agridulces. El primer flechazo, aún recuerdo lo que sentí, todos tenemos el derecho y el deber de caer en ello.  Mis primeras salidas nocturnas, las resacas del día siguiente acompañadas de la reconstrucción de los hechos, eso sigue siendo parecido...
Pero lo que no recuerdo es la sensación de que alguien te haga sentir especial, y es con esa cosa bonita con la que me acostaré pensando.